En el sector industrial encontramos dos activos que hacen que la energía fotovoltaica sea una inversión especialmente rentable: un ritmo laboral que coincide con el horario solar y grandes superficies de cubierta. Así, se puede generar mucha electricidad y consumirla en el mismo momento, lo cual maximiza su valor. La producción eléctrica conseguida es la que ya no hará falta comprar en la red: entre el 35% y el 50% del consumo actual. El ahorro de costes va más allá, pudiendo reducir la potencia contratada, y vender/compensar los excedentes en la red.
Trabajamos también para el sector público (ayuntamientos, diputaciones, etc): tanto ejecutando la obra final después de una licitación, como realizando servicios previos de asesoría técnica.
¿En cuánto tiempo se puede amortizar la inversión?
La energía solar es de las mejores inversiones empresariales que existen hoy en día porque permite controlar directamente un factor clave de la producción, como son los costes energéticos.
El retorno económico es muy elevado: en solo 5 años se amortiza la inversión. O visto de otra manera, una tasa interna de retorno entre el 15% y el 20%.
La clave es la economía de escala que permite el trabajar en cubiertas grandes, combinados con el hecho que, al consumir la energía en casa, no hay que pagar ni peajes, ni impuestos. Instalamos equipos con garantías de hasta 25 años (pero cuya vida útil se alarga hasta los 40), con lo cual el rendimiento económico está asegurado, sin apenas costes de mantenimiento.